Nuestra filosofía culinaria

Somos un restaurante que ofrece la mejor experiencia gastronómica inspirada en la cocina prehispánica del Estado de México.

 

Nuestros platillos obedecen a la estacionalidad de los productos locales y formamos una cadena sustentable que nos permite llevar al cliente nacional e internacional a vivir nuevas experiencias gastronómicas que mezclan culturas.

 

Nuestra meta es hacer un recorrido por los sabores de México, sus ingredientes, recetas y técnicas de cocina.

Glosario

Cocina Tradicional Mexicana y de Productos Locales desde 1906

ENG

CHINICUIL: En náhuatl significa gusano de chile. Son de color rojo y se crían en la base de la penca del maguey. Se venden secos o vivos y se consumen en tacos, fritos o asados.

QUELITES: Del náhuatl quilitl, que significa hierba comestible. Consideradas distintas variedades de plantas jóvenes, brotes, hojas, retoños de árbol y hasta algunas flores. Expertos mencionan alrededor de 500 especies de plantas consideradas quelites.

XOCONOXTLE: Tuna agria del nopal. Es de color rosa o morado y se usa en diferentes preparaciones tanto saladas como dulces.

 

 Saladas como xoconostles rellenos, mole de olla, ensaladas y  salsas. Dulces como compotas o en dulce con piloncillo. Se da principalmente en San Juan Teotihuacán, Otumba, San Martín de las Pirámides y Nopaltepec.

 

ESCAMOLES: También conocidos como guijes, son los huevos color blanco de dos especies de hormiga. Se comen en diferentes preparaciones como caldos, xoconostles rellenos, tamales, tacos, horneados o en salsas. Preparados en la mesa y por temporada.

Textos del Diccionario Enciclopédico de la Gastronomía Mexicana, del chef e investigador Ricardo Muñoz Zurita, editorial Larousse México 2013

 

Historia

Hace millones de años nace de la erupción volcánica del Cerro Gordo y al sur por el Cerro de Patlachique, destinada a ser un ícono en toda la historia de la región.

 

Su participación en las diferentes etapas de Teotihuacán desde los primeros asentameintos en 100 a.c. al esplendor de Teotihuacán 650 d.c., la usaban de almacén de maíz, siendo La Gruta una protagonista en la cultura Teotihuacana ya que depositaban lo más valioso que tenían en el “vientre de la madre tierra”.

 

Al inicio de los años 1904 al 1922 en época del descubriemiento y rescate de Teotihuacán iniciada e impulsada por el entonces Presidente Porfirio Díaz, encomendó al arqueólogo Leopoldo Batres para esta tarea.

 

En ese entonces se le conocia como La Gruta de Porfirio Díaz, dándole este nombre por hacer banquetes a sus invitados especiales que venían a revisar y éste alardear sus grandes descubriemeintos y hallazgos.

 

Tal era su importancia y reconocimiento en esa época de La Gruta que una vez derrocado el Gral. Porfirio Díaz por Francisco I. Madero, éste hizo un banquete en La Gruta para asumir su poder. En este periodo fungió para dar servicios de banquetes y eventos especiales a personalidades de la época.

 

En el año de 1926 el Sr. Filiberto Cedillo, quien era gerente del Hotel Regis la adquiere y junto con su esposa Asunción Arce de Cedillo encargandose de las cocinas dan servicio de restaurante para 800 personas diariamente e ininterrumpidos los 365 días del año.

 

En La Gruta han desfilado y degustado varios personajes de la historia de nuestro mundo, como por ejemplo Charles de Gaulle, John F. Kennedy, Emperador Akihito, Diego Rivera y Frida Kahlo, María Felix, entre otros.

 

Convirtiendo la visita a La Gruta desde entonces en una tradición a traves del tiempo, tradición que seguimos teniendo con su presencia.

La leyenda de La Gruta

Desde el año 100 A.C. nuestros ancestros y sus leyendas nos cuentan que La Gruta fue el origen de la vida; el útero donde nacieron los hombres.

 

El Oztotl o La Gruta, alberga en sus entrañas el antiguo ritual de la vida nueva, el lugar donde los "tlatoanis" descendían por la escalinata de serpiente para hablar con Xólotl, dios del fuego, Quien tenía el poder de vivir en dos mundos. El, el responsable de ayudar a los muertos en su viaje al Mictlán era también el iniciador en el ritual de la nueva vida.

 

En el Oztotl o La Gruta se veía nacer el fuego que simbolizaba el cambio de vida, el renacer de un hombre nuevo. Al salir de La Gruta el "tlatoani" volvía a nacer de las entrañas de la tierra, rogando por que Ehécatl, dios del aire, soplara para encender y avivar su fuego, su vida nueva.

 

En La Gruta el visitante desciende de nuevo a las entrañas de la tierra, llenándose de energía para sentir la vida fluir de nuevo. Al encender un fuego como símbolo de renovación.

 

Así, cada uno nace de nuevo: un nuevo hombre, una nueva mujer.